Cada año a 500000 mujeres se les diagnostica cáncer cervical y en sólo EE.UU. esta cifra es de 12000 mujeres, anualmente mueren 250 mil mujeres mueren por la enfermedad. En la mayoría de los casos una detección temprana del crecimiento de células anormales prevendría la enfermedad. Ahora se sabe que estos cambios los provoca el virus del papiloma humano, que se conoce comúnmente como VPH (o HPV en inglés). La prueba tradicional para detección temprana se conoce como Prueba de Papanicolaou, donde se toma una muestra de células de la cérvix del útero y se revisan bajo microscopio. Ahora hay pruebas para el VPH que pueden usarse con el Papanicolaou en mujeres sobre los 30 años de edad y en mujeres de cualquier edad en las que el Papanicolaou ha detectado cambios celulares. Estas pruebas pueden detectar virus de papiloma de alto riesgo que con el tiempo pueden desembocar en cáncer cérvico-uterino.
El VPH es muy común y es posible que ya haya estado contagiado de él si está sexualmente activo, en la mayoría de los casos, la infección la controla y elimina el sistema inmunológico humano sin que se presenten señales ni síntomas en el infectado. Otros se desarrollan en verrugas genitales y otros pueden afectar las células de la cérvix de manera leve sin generar cambios que pudieran causar cáncer. Otros VPH de mayor riesgo causan cambios en las células que con el tiempo desembocan en cáncer.
No hay tratamientos contra el virus mismo, pero existen buenos tratamientos para las enfermedades que causa el VPH, como los cambios celulares del cuello uterino o verrugas genitales, cada médico le recomendará opciones según sus necesidades.
Para mujeres sobre 30 años de edad se recomienda revisarse con la prueba de Papanicolaou y un test de VPH pues pueden detectar cambios en las células cervicales de manera más eficaz que cualquiera de las pruebas de manera independiente. Si ambos son negativos (normales), una mujer puede hacerse el siguiente examen en 3 años, dependiente de sus pruebas anteriores y otros factores de riesgo. Aun así es recomendable seguir lo que su médico recomiende.
Para mujeres menores a 30 años de edad las recomendaciones generales indican que no es buena idea hacerse una prueba de VPH. El virus es muy común en mujeres antes de los 30 y el cáncer cervical es muy raro en mujeres de ese grupo. La mayor parte de las mujeres con virus del papiloma bajo 30 años de edad lo elimina sin necesidad de tratamiento, por lo tanto incluir una prueba para el virus no ayuda y de hecho puede ser negativo por agregar pruebas y tratamiento innecesario.
Para prevenir la infección ahora existen vacunas para los dos tipos más comunes de VPH que causan el 70% de los casos de cáncer cervico-uterino. Estas vacunas ayudan a prevenir la infección con tipos de virus de papiloma de alto riesgo y los de bajo riesgo que causan verrugas.
Las vacunas son recomendadas para niñas de entre 11 y 12 años de edad, vacunas adicionales se recomiendan para mujeres y niñas entre 13 y 26 años de edad que no hayan sido vacunados anteriormente. El uso de estas vacunas ayudarán a reducir la incidencia de cáncer cervical en las mujeres.